lunes, abril 28, 2014

Ven.
Es sólo una palabra que me describe ahora. Que me describe siempre. Siempre que no estoy contigo; o siempre que te veo desaparecer entre el amanecer. Me has dado ganas de hacer poesía a través de descosidos recogiendo los rotos y formando un puzzle desigual, pero más fuerte que nunca. 
Ven.
Ven, y haz que desaparezca el reloj. Midamos el tiempo en besos, en caricias y en suspiros
Ven y dale sentido. Dale sentido porque hace tiempo que ya todo esto lo perdió. 
Ven y formemos un historia; no con el mejor final, ni el más bonito ni el mas falso. Una historia sin final. Una historia que se mantenga colgada de tus clavículas para el resto de la eternidad. Y que no muera ni aún cuando muera yo. 
Ven, y déjame componer una canción a través de tus costillas. Déjame alojarme en ellas, y deja que me quiten el frío; debido a la inexistencia de tu calor
Ven y devuélveme la respiración. Esa que pierdo cada vez que te miro, que te beso o que te tengo. 
Ven y recomponme y dame sentido. Dame un hogar en tu pecho y una vida entera en tus caderas. 
Ven y dale cuerda al reloj que no hace más que recordarme todo el tiempo sin ti. 
Ven y acaba con los inviernos convirtiéndolos en paraísos con tu calor.
 Ven y déjame mirarte, besarte y tocarte; desde tu pelo hasta tu risa. 
Ven y acaba con las noches en camas poco cómodas y vacías que no hacen más que soñarnos juntos. 
Ven.
Porque si no vienes tú, ¿quién? Quién va a ser responsable de mis sonrisas y de mis lágrimas. Quién me va a importar más que mi vida. Y quién me va a cobijar los días de lluvia. 
Ven; y demuéstrame que no estoy sola. Que las paredes mienten y las palabras lloran sólo por felicidad. 
Ven y soñemos sobre la misma almohada; bajo las mismas sábanas y compartiedo la respiración. 
Ven y reorganiza los versos para que consigan, al menos, plasmar tu esencia. 
Ven, y baja las escaleras desde mis ojeras hasta mi sonrisa. 
Ven y dime que me quieres. 
Ven y quédate. 
Quédate una noche, entre sábanas y saliva y cafés fríos o arrepentimiento; o quédate una vida con amor, con cafés dulces y sólo ganas de volar. 
Ven, y dale sentido a mis palabras al menos... Asumo que mi vida está patas arriba, y la única cura eres tú. 
Ven, y hagamos poesía. Esta noche. O por la mañana; o por la tarde; o al amanecer; o toda una vida. Tú decides.


   Ven, porque te necesito.
'no podemos remar en contra de nosotros mismos...'
'he cruzado océanos de tiempo para encontrarte'

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