No
me jures nada, ya rechazo lo que dices. Ahora ya no me quedo mirando
cómo caminas. No aprecio tu sonrisa, ni cada meticuloso movimiento que
haces. Ya no te quiero.
No es difícil olvidar. Y yo he estado en rehabilitación su tiempo, pero
por fin lo he conseguido. Todavía sigues en mente, pero no igual que
antes, te mantienes débil, y ya no tan brillante.
No sé,si me vendrá bien o mal. Pero aquí hay que luchar por lo que quieres, y lo que quiero ya no eres tú.
Gracias por llegar, te despido con un cálido abrazo. Yo también espero que te vaya bien.
No sé,